viernes, 27 de junio de 2014

‘PINCEL, FRAGANCIA, CANTO’

A Coral Báez

Podría ser el monte
de un paisaje en la tela
que pintes, o los sones
de la musical fiesta
que apeteces acorde
con tu alma discreta
dondequiera que notes
latidos de tus venas,
mas solo soy un mero
poeta aficionado
buscando con los versos
adornar los retablos
que viven mis adentros.
Te pienso cual un faro
de luz suave, un reflejo
feliz, sonriente; arco
iris con nombre bello,
coloreado al sol…blanco
que deja por senderos
donde se interna rastros
amigables y tiernos:
‘Pincel, fragancia, canto’
dice mi pluma al viento.

Rafael Gª-Fojeda



22-junio-2014
DESPUÉS  DE  CONOCERTE  


A Coral Báez

Cálido lumen en la inmensa mar,
ocarina con música dorada:
romántica, la voz tan singular
asoma dulce por tus labios grana
latiendo escalas de un bello cantar.

Barcarola con remos cual pinceles
ávidos de más cuadros que pintar;
emprendes otro rumbo; te deseo
zarcillos hechos de felicidad.

Rafael Gª-Fojeda


20-junio-2014
CON  TRISTEZA  ALEGRE

   A Rosa María Muro

Estas recias paredes
despiertan frágiles, tristes, llorosas;
no verán tender redes
ni olerán a la rosa
cuya fragancia fina, aún vigorosa,
impregna sus rincones
de frescores sencillos y de historia,
uno de los bastiones
que ha sembrado con gloria
a soldados ansiosos de victorias.
Por ello, hermosa flor,
una pequeña parte de la tropa
te ofrece su calor,
desea que tu copa
y tu tallo conserven su fulgor.

Rafael Gª-Fojeda


17-junio-2014
A  RITMO  SUAVE

A Manoli de la Cruz

Mariposa en el aire voladora:
a ritmo suave de nostalgia alada,
nada más ves la figura que añoras;
ocarina sonora,
libre, en tu corazón acomodada,
impulso es a tus horas.

Dichosa, soleada,
en tu lucha diaria siempre aflora

linda, la faz de Antonio enamorada
¿a que su amor te mima, te decora?

Como fuentes de agua sosegada,
ruedan a ti las letras trovadoras
una canción de afecto delicada,
zorcico de mi pluma soñadora.

Rafael Gª-Fojeda


16-junio-2014
PILAR DEL RAMIRO’

A Rosa María Muro

Ramillete lucido de colores
opalinos; derramas
suavidad entre flores
además de dulzura, fina dama.

Mientras tu voz leve suena,
aromas muy sutiles de una historia
ricos, serenan
ímpetu sabio desde tu alma plena
adornada de glorias.

Mar espumada turquesa:
un sol alumbra tu ser
reflejándote princesa,
ora el espejo de una gran mujer.

                                             Rafael Gª-Fojeda
         
 5-junio-2014

miércoles, 18 de junio de 2014




FELICIDAD Y GRATITUD

Me recoge en casa un coche-berlina corinto; lo conduce un niño de 10 años, compañero de clase, pero no me extraña ¡puedo estar soñando! La única realidad es que me lleva a la iglesia del Espíritu Santo. Cuando llegamos, hay ya unos pocos esperando; mas, lo curioso es que hoy es sábado y no lunes, que es cuando nos corresponde asistir a la obligatoria Eucaristía semanal. Van llegando más niños, nos saludamos, hablamos un rato…No aparecen ni el padre Granda ni cualquier otro cura del Instituto y sí uno de los compañeros, sin sotana; con traje negro y alzacuello y eso me llama la atención ¿Cómo viste de semejante forma…?
 Nos juntamos ochenta y cuatro chavales de Primero de Bachillerato y uno, añadido de Segundo, que casi bloqueamos la acera de Serrano 127. Efectivamente, estaba soñando porque no corre 1959 sino 2014; todos hemos rebasado algo los 65 años, hace 50 que salimos de entre estos muros y queremos empezar la celebración de este día especial con una Acción de Gracias por reunirnos después de tanto tiempo; además, tenemos la fortuna
de que nos acompañan Manoli de la Cruz, viuda de Antonio, bedel de la ‘Prepa’, Rosa María Muro, hija de un bedel del bachillerato, hoy catedrática de Historia del centro, nuestras profesoras, Pilar Gálvez, Ramona Rey y María Dolores Pisón, todas con más de 80 o 90 años y, la directora, Coral Báez. Suena raro, pero las tuteamos, lo que nos da una sensación de cercanía y afabilidad fabulosas.
 Jorge Molinero, compañero sacerdote y celebrante, se topa con el primer y único obstáculo; no tiene un lector, por lo que me ofrezco a él y permanezco en el presbiterio hasta que leo el trozo escogido de la Carta de San Pablo a los Colosenses y el Salmo Responsorial. Es enriquecedor que, entre nosotros, hay dos “protestantes”; asisten a un rito católico gustosos de acudir pues, antes que nada, son de nuestra promoción. El tiempo va transcurriendo con mucho respeto de todos; las palabras de Jorge, muy sentidas, cercanas y de total actualidad pues menciona el varapalo a ‘La Roja’ ayer. Es, creo, el único instante en el que las risas cortan el silencio y el fervor en el templo tan querido de todos.
 En el Memento de Vivos, Molinero nombra a cada una de las ‘señoritas’ que están con nosotros y en el de Difuntos, por supuesto, pronuncia los nombres de todos los que compartieron este recinto en aquellos días, que hoy están en espíritu. Confieso que, durante esos minutos, se me empañan los ojos y tengo un nudo en la garganta.
 Una total comunión que tiene su muestra palpable cuando Aparicio, protestante, sí, pero, sobre todo, ‘pastor’, toma el micrófono y nos dice unas palabras, cómo no, surgidas desde su adentro.
Para una Acción de Gracias como la que pretendemos NO SE PUEDE PEDIR MÁS.

Nos cuesta salir, pero no queda otro remedio, porque hay por delante nuevas vivencias que compartir.

Y caminamos por la calzada de acceso, cruzando las clases con marquesinas de Eduardo Torroja, las de la ‘Prepa’, cambiándonos de grupo o, a veces, solitarios, recordando diferentes momentos vividos de niños.

Llegamos a las canchas donde tanto jugamos al baloncesto; al fondo, ‘La Nevera’, el Patio de Columnas y la Plaza, entonces, del Caudillo, pero ya sin estatua; diáfana, como si estuviera esperándonos impaciente para darnos un gran abrazo tanto tiempo después. Son repartidas pegatinas con los nombres de cada uno para que podamos saber quién es quién. Subimos la escalinata y, en el vestíbulo ¡a desayunar! -todo el catering lo sirve el negocio de otro antiguo alumno-. Nos movemos buscando café y demás alimentos, parándonos cada poco pues encontramos a un compañero de clase o a cualquier grupo y, tranquilamente, charlamos de mil batallitas, sin acordarnos de que tenemos hambre. Y, en un rincón -que no es Manolo-
las seis damas comen y hablan; se las ve con cara alegre.
 Como colofón, se trata de descubrir la placa que conmemora nuestro paso por estas aulas, lo que, desde abajo resulta imposible; por fin, una escalera es el solo utensilio que permite conseguir tal propósito. ¡Ya luce! Aunque está muy alta para poderla leer.

 Y… subimos hasta el primer piso para detenernos en la que fuese aula de 1ºA que, con persianas bajadas y luz encendida, da la sensación de que en ella se ha detenido el tiempo; es verdad que los pupitres no son los de antaño, pero imagino que esa vista nos produce  una cierta nostalgia; a mí, desde luego. Vemos, de paso el lugar donde estaba la piscina. Después pasamos a la capilla; luego, al despacho de la directora y, a continuación, ascendemos hasta el observatorio -nunca estuve aquí- mientras anécdotas, recuerdos, preguntas y comentarios afloran unas tras de otros con fluidez a la vez que contemplamos la panorámica parcial de la ciudad que se divisa desde esta altura.

 Recalamos en la Sala de Música donde Luis Ponce de León Barranco, también antiguo alumno del Instituto,  nos deleita, al piano, con una obra de Mozart y dos composiciones suyas que bien podrían ser bandas sonoras de películas. La primera, dulce y lenta, de una estilo a Los paraguas de Cherburgo; la segunda, más trepidante y rápida, puede ser la música de una persecución policial en cualquier cinta de acción. Es muy aplaudido. Se lo merece.
 Vicente Ramos -conductor de la “gala”- da el turno a Coral Báez que agradece la deferencia nuestra de recordar así nuestro paso por el Ramiro y, a continuación, se leen las líneas que han enviado para el acto Duplá, leídas por Cerdán, Paco Guijarro (las lee Paco Acosta); Víctor Martínez (Jorge Molinero) y yo, las enviadas por Julián Barquín.
 Ahora llegan los ‘momentos de gloria’ de cualquiera que le apetezca intervenir. Se suceden los de Fernando Piernavieja, Kurt Scheleicher, Paco Acosta, Vicente, Nicolás Pérez-Serrano Jáuregui y los míos que, sin tener nada especial que contar, relatan el castigo a mi hermano -hoy, por falta grave son dos días de expulsión- que se  extienden un poco más por recitar-interpretar un fragmento de La Venganza de Don Mendo. Logro provocar sonrisas, risas y… sorpresa.
Seguro que olvido a alguno/s de los que participa/is-. Pido disculpas.
No esperamos oír, pero nos gusta hacerlo, las intervenciones de Ramona Rey y María Dolores Pisón y, ya al final, de la Directora, Coral Báez.

La comida, como el desayuno, es una sucesión de ‘delicatessen’ así como un continuo ‘de oca a oca’ entre nosotros y, a veces, salidas al aire libre para ‘echar un pito’ aunque está prohibido fumar dentro del recinto y…nos puede costar caro. Las bromas, anécdotas, corrillos, no cesan en un ambiente la mar de distendido y entrañable. De hecho, en una de esas ‘salidas furtivas’, hablando con Carlos Sureda, él comenta que dudaba si acudir o no a esta cita y, después de vivirla, se alegra y mucho de haber tomado la decisión afirmativa.

Ignoro cuándo ni quién lo propone, pero casi al final, ‘dirigidos’ por Jorge Molinero, todos los asistentes entonamos ‘a capela’ el Salve Regina y como no podía ser de otra forma, inmortalizamos estas horas con una foto en la escalinata.

Nos aguardan  aún dos obsequios: Un libro de NUESTRAS MEMORIAS  y un LLAVERO de la promoción con el escudo del Instituto que, por supuesto, recogemos; el libro, algunos no pueden resistir la tentación de comenzar a echarle un vistazo incluso mientras caminan.

Sin género de dudas, la más cálida enhorabuena a los organizadores por su desinteresado trabajo y absoluta eficiencia.

Para resumir mi sentimiento  después de tan extraordinarias horas, solo se me ocurren dos palabras: FELICIDAD y GRATITUD.

14-JUNIO-2014

viernes, 13 de junio de 2014

TEMPLO DE DEBOD - MADRID

Fechas y personajes
Tiene una antigüedad de unos 2.200 años. Su núcleo más antiguo fue erigido quizá bajo el faraón Ptolomeo IV Filópator, y decorado posteriormente por el rey nubio Adijalamani de Meroe hacia 200-180 a. C., siendo dedicado a Amón de Debod ("Amani", en idioma kushita) e Isis (hay investigadores que piensan que su erección fue obra de Adijalamani, interviniendo posteriormente Ptolomeo IV en él). Posee importantes añadidos de época ptolemaica y romano-imperial (del siglo I a. C. al II d. C.).

Lugar de culto

Durante la época ramésida se produce la egiptización de Kush (Nubia). Es entonces
cuando se erige en Debod el primer edificio en piedra del que se tiene constancia, consagrado por Sethi II. De nuevo, desconocemos a qué divinidad estaba consagrado, pero de la necrópolis colindante a este pequeño templo parece proceder una estela que menciona por primera vez a «Amón de Debod». Algunos bloques de dicho templete ramésida se reutilizaron en el templo grecorromano.

Emplazamiento

Se encontraba situado en la pequeña localidad que lleva este nombre en las orillas del río Nilo, próximo a la primera catarata, en la Baja Nubia, «país del oro», al sur de Egipto, muy cerca del lugar donde el Nilo corta al Trópico de Cáncer. Un poco más al norte, en la isla de Filé, se encontraba el gran santuario de la diosa Isis. El templo de Debod formaba indirectamente parte de ese santuario, aunque su culto estaba dedicado al dios Amón de Debod. Teológicamente ligado a Filé desde el siglo I a. C., tendrá también una especial vinculación con otros templos de la zona. Esta región, fronteriza con el reino de Meroe, fue objeto de disputa entre los gobernantes egipcios y meroitas hasta el siglo I a. C., cuando el emperador romano Augusto estableció definitivamente la frontera.
Historia
La construcción del templo -que, en un principio, no era tal, la inició a comienzos del siglo II a. C. el rey nubio Adijalamani de Meroe, quien levantó una capilla dedicada a los dioses Amón e Isis. La capilla, decorada con relieves, es una de los pocos lugares donde se documenta a este monarca. Posteriormente, distintos reyes de la dinastía ptolemaica construyeron nuevas estancias alrededor del núcleo original hasta darle un aspecto cercano al actual. Tras la anexión de Egipto por el Imperio Romano, fueron los emperadores AugustoTiberio y, tal vez Adriano, quienes culminaron la construcción y decoración del edificio. Con el cierre de los santuarios de Isis en Filé en el siglo VI, el templo dejó de ser lugar de culto pagano, y comenzó su progresivo abandono y deterioro.
El rey Ptolomeo IV Filópator o quizás el rey nubio Adijalamani (Adikhalamani) de Meroe, mandó construir hacia el año 200 a. C. una capilla en honor del dios Amón de Debod, en esa localidad, al sur de Egipto (en el lugar donde se encontraban los restos de un antiguo edificio cultual ramésida). Se trata de la capilla conocida como capilla de los relieves, o "Capilla de Adijalamani", donde pueden verse inscripciones referidas a Amón. En los relieves de la capilla aparecen también escenas rituales donde se dice que el rey Adijalamani ordena construir el monumento en honor a su padre Amón y que Amón habita en Debod. El templo surge estrechamente vinculado a un hecho histórico de extraordinaria importancia en la historia del Egipto ptolemaico: la llamada "Secesión Tebana". En este momento, durante 20 años (205-185 a. C.) todo el Alto Egipto será independiente del poder lágida alejandrino; la Tebaida, como estado independiente, tendrá sus propios reyes. Estas disensiones internas en Egipto permiten a los kushitas avanzar hasta Filé, lo cual explica su presencia en la misma Filé, en Kalabsha, en Dakkah y en Debod.
Amón de Debod va a ser la divinidad principal del templo. Poco a poco Isis lo irá desplazando de este lugar preeminente, pero ciertos indicios hacen pensar a los investigadores que, a fines de la época ptolemaica, Amón de Debod recuperará su papel de divinidad principal del templo. Adijalamani llevará a Debod divinidades nubias (es el caso de Apedemak, el poderoso dios león dinástico meroíta, que aparece mencionado en el dintel de acceso a la Capilla de Adijalamani -este bloque se encuentra hoy en el Museo del templo, es decir en su terraza superior-.
Con la llegada de los romanos y la incorporación de Egipto al Imperio, se realizaron nuevas obras de ampliación:
·         Construcción de un pronaos de fachada hipóstila (4 columnas de orden floral, dos de los capiteles inacabados) con acceso flaqueado por intercolumnios.
·         Relieves al exterior en los mencionados intercolumnios (Augusto ante los dioses IsisOsiris, Amón de Debod y Maahes o Mahesa).
·         Decoración completa de los muros interiores del pronaos (o vestíbulo) hipóstilo.
·         Construcción de un edificio anexo, adosado al templo, que se ha venido considerando un mammisi (casa de nacimiento divino)
La primera descripción exacta del edificio que se tuvo en Europa se elaboró en el año 1813, cuando el explorador suizo Johann Ludwig Burckhardt fue enviado para inspeccionar y detallar la zona por orden de Napoleón. El mismísimo Champollion visitó Debod, dejando una breve referencia del edificio. A lo largo del siglo XIX, el templo fue nuevamente visitado por exploradores y egiptólogos que ofrecieron una descripción gráfica y mostraron indirectamente en sus trabajos el paulatino deterioro del edificio.
Cuando en 1907 se construyó en aquel territorio la primera presa de Asuán (conocida como la presa baja), el templo se vio afectado en gran medida, ya que permanecía unos nueve meses al año bajo las aguas. La inundación casi constante del templo provocó la pérdida de la policromía y el daño de algunos de sus relieves. La piedra arenisca también sufrió un gran desgaste. Esta erosión ocasionada por las aguas del Nilo se añadía a los desperfectos que había provocado en su día el terremoto de 1868. A la vista de estos daños, el Servicio de Antigüedades de Egipto pidió al arquitecto egipcio al-Barsanti que procediera a su restauración. Tras la conclusión de la obra, el alemán Günther Roeder llevó a cabo un estudio exhaustivo con documentación fotográfica, dibujos de planos, alzados y comentarios. Su trabajo sigue siendo la referencia bibliográfica fundamental del edificio, un siglo después.
Traslado a España
En el año 1961,  el templo (y otros edificios) fue desmontado por una misión arqueológica polaca (que localiza los niveles más antiguos del edificio, de época ramésida (Sethi II) y sus piedras son depositadas en la Isla Elefantina hasta su posterior traslado al puerto de Alejandría. Desde este puerto hizo su viaje final hasta llegar a España, tras una cesión diplomáticamente compleja, llena de luces y sombras, en la que prestigio, dinero, instituciones y organismos oficiales estuvieron en el núcleo de una negociación difícil y dura (en clara contradicción con las declaraciones oficiales que hasta el día de hoy se mantienen); incluso hubo protestas a Egipto de los países receptores de alguna donación debidas a la diferencia de aportación económica, mayor por su parte, sobre todo Estados Unidos, que por la española; sin embargo, la fundamental intervención del profesor y arqueólogo Martín Almagro Bash, quien llevaba mucho tiempo colaborando en excavaciones con Egipto, hizo que la balanza se decantara hacia España.
Todo el conjunto permaneció en Alejandría hasta abril de 1970. El 6 de junio de ese año, las cajas embaladas que contenían los bloques del templo fueron embarcadas en el buque Benisa y llegaron al puerto de Valencia (España) el día 18 de ese mismo mes. Desde Valencia fueron transportadas en camiones hasta Madrid, donde se almacenaron en el solar del Cuartel de la Montaña. El coste de tan magna operación fue asumido por nuestro país ya que ésa fue la condición final que puso Egipto al gobierno español para hacer efectiva la donación.

Reconstrucción, restauración y ‘conservación’
En primer lugar se levantó una base de piedra (a modo de podio) con el fin de aislar los bloques originales del templo y que el suelo no tuviera contacto con ellos. Sobre el basamento se empezó la reconstrucción, siguiendo la técnica llamada anastilosis; es decir, colocando en su lugar los elementos originales hallados y añadiendo las partes de reconstrucción con una piedra de diferente color para poder distinguir los elementos antiguos y originales de los nuevos. La piedra nueva se trajo de Villamayorprovincia de Salamanca.
Tres bloques exteriores fueron tratados químicamente para protegerlos y reforzarlos (la gola del segundo pilono, un capitel y un tambor de columna). En el interior del edificio se instaló aire acondicionado para crear una atmósfera seca constante. Y como recuerdo del río que tuvo el templo en sus proximidades (el Nilo), se construyó un estanque de poca profundidad a lo largo de los pilonos de acceso al templo. Los trabajos de reconstrucción del monumento duraron dos años. Su inauguración tuvo lugar el 18 de julio de 1972.
Desde su apertura al público madrileño la conservación del templo ha estado rodeada de polémica. El edificio fue usado de forma indiscriminada para pases de cine de verano, para representaciones teatrales, para anuncios publicitarios, para spots musicales. La contaminación y el climograma de Madrid, así como el vandalismo, han dejado huellas profundas en el edificio. La voz de alarma la han dado los Congresos de Egiptología Ibérica que se han ido celebrando (Madrid, Barcelona, La Laguna) y, recientemente,  la UNESCO. Frente a ellos, la postura oficial de la entidad tutelar (el Ayuntamiento de Madrid, a través de Museos Municipales) ha sido, de forma sistemática, desmentir los motivos de alarma, y realizar actuaciones de poca envergadura. Sin embargo, el templo se sigue degradando.
El estado del monumento es una transgresión flagrante a lo que supone la conservación de un monumento histórico según la Carta de Venecia. La azotea del templo original fue techada para poder albergar algunos elementos del Museo del templo, como maquetas y bloques de dudosa ubicación. Se instaló asimismo en la fachada hipóstila un gran ventanal de cristal sujeto a la piedra arenisca mediante silicona, cuya finalidad aislante pagó el caro precio de la modificación del aspecto prístino de la columnata. La techumbre utiliza una técnica de cubrición de los años setenta del pasado siglo. Deteriorada por la acción del tiempo y la contaminación, ha recibido arreglos puntuales. Los conductos de aire acondicionado se usan como poyos y, en términos generales, el templo desde su interior no refleja su estado original.
La incoación por la Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, mediante Acuerdo de 2 de abril de 2007, del expediente para la declaración como Bien de Interés Cultural del Templo y la posterior Declaración como Bien de Interés Cultural, realizada el 17 abril de 2008, alienta nuevas esperanzas sobre el papel en lo tocante a su conservación. Pero el factor de deterioro más importante -no el frío, el calor o la contaminación, sino la lluvia-  continúa actuando persistentemente sobre el edificio; de hecho, la fachada posterior del ‘cuerpo’ más grande poseía dos figuras humanas de las que, en 2014,  solo se pueden observar sus contornos si uno se acerca lo suficiente.
 
Mapa desde Debod a  la Presa de Aswan (79 Kms.)

El templo
 Adijalamani frente a Osiris e Isis

Horus e Imhotep

Imhotep

Tefnut y Aresnufis

Jeroglífico

Capilla de Amón (Holograma)

Maqueta del Nilo

Abu Simbel

Debod, el punto rojo

Jeroglífico

Dintel del pilono

La gacela

 Augusto presenta espigas a Isis y Osiris